Originariamente la región de Chicago, era habitada por los Potawatomi, los indígenas nativos de esta región que la nombraron “Chicaugou” que significaba ciudad poderosa. Con la colonización Chicago y el estado de Illinois en general se hizo famoso por ser uno de los lugares donde los esclavos gozaban de más libertad, ya que fue colonizado por los mormones quienes estaban en contra de la esclavitud. De todos modos la ciudad actual de Chicago no empezó a construirse hasta 1833, ya que las condiciones climáticas de la ciudad y la fuerza de sus ríos y pentanos no eran un lugar que invitara a vivir. Pero a partir de 1833 la industria creció tanto a la ciudad que enseguida empezó a recibir inmigrantes de todas partes que se instalaban en ella de forma totalmente desorganizada. La ciudad se desbordó y empezó a crecer sin control, hecho que en seguida consiguió pasar factura a sus habitantes, ya que en 1871 se generó un devastador incendio que casi quemó a toda la ciudad y en el que murieron unas 300 personas.
Sin embargo, este incendió no fue el fin de Chicago, sino el contrario, ya que enseguida se vio la oportunidad de crear otra vez una ciudad en esta zona, pero una ciudad nueva, más grande y más bien estructurada que es el actual Chicago. Chicago se caracteriza, como gran parte de las ciudades norte-americanas por ser una mezcla de culturas, pero sobre todo predomina la cultura afro-americana, es por este motivo que ha terminado siendo una de las capitales del jazz y del blues.